De la Construcción a la Deconstrucción: Avances y desafíos para la Dirección de Vialidad
Por: Pablo Ibáñez González.
Departamento de Medio Ambiente y Territorio – Dirección de Vialidad
Introducción
La conocida frase “de la cuna a tumba” y su actualización “de la cuna a la cuna”, representa de manera resumida la visión de responsabilidad en el desarrollo, comercialización y uso de productos, bienes y servicios. Esta implica el manejo adecuado de los elementos, la reutilización, reciclaje, valorización y minimización de la generación de residuos.
El concepto de Economía Circular que se encuentra detrás de esta frase, ha permeado las diferentes actividades humanas, permitiendo reflexionar respecto de la necesidad de introducir cambios, tanto en los diseños, como en la selección de materiales, ejecución de iniciativas, y en la reutilización, reacondicionamiento y7o reciclaje de materiales, partes y piezas.
El presente documento se centra en la etapa final del ciclo de vida, la que tradicionalmente se asocia al “fin de la vida útil” de proyectos y materiales de construcción, y tiene como finalidad, aportar antecedentes para el reemplazo del significado tradicional de esta frase, permitiendo avanzar en la implementación de la circularidad en los proyectos viales y particularmente en el proceso de deconstrucción.
Para lo anterior, se identifican una serie de procedimientos, ítemes y partidas, que actualmente posee la Dirección de Vialidad y que permiten, de alguna forma, implementar el concepto, además de relevar la necesidad de incorporar ciertas modificaciones administrativas, que permitan facilitar su implementación.
El Concepto de Deconstrucción
La NCH 3727 define la deconstrucción como el proceso en una obra de demolición, consistente en el “desensamblaje, desarme o desmontaje de las estructuras construidas, usando cualquier técnica de tipo mínimamente destructiva o no destructiva, cuyo resultado permita reducir al máximo los residuos generados y preservar las cualidades de las piezas extraídas, posibilitando su reutilización y/o valorización”.
La definición implica:
a) Clasificación, selección y segregación de materiales para reutilización y valorización
b) Minimización de volumen de residuos derivados a disposición final
Desde el punto de vista conceptual, parte del proceso de deconstrucción en obras viales, es factible realizarlo, a través de la implementación de las especificaciones técnicas (partidas), que se encuentran detalladas en el MCV5 y MCV7.
Dentro del MCV5 existen una serie de especificaciones técnicas que tienen relación con el concepto de deconstrucción. Dichas especificaciones se presentan en las siguientes secciones:
a) Demoliciones y Remociones (5.101).
b) Fragmentación de Pavimentos (5.104)
c) Mezcla Asfáltica Reciclada y Estabilizada con Asfalto Espumado (5.413)
d) Mezcla Asfáltica en Calien
te con RAP (5.423)
e) Apertura, Uso y Abandono de Botaderos (5.904)
En detalle, para el caso de las Demoliciones y Remociones, se contemplan partidas, que eventualmente permitirían recuperar varios materiales de construcción.
La implementación de dichas partidas, con la correspondiente cuantificación y cubicación de los elementos a remover, demoler, reemplazar y reciclar, permiten obtener un alto grado de precisión en el volumen de materiales a gestionar. Sin embargo en la práctica, no todos los materiales “removidos” se gestionan para su reutilización, reciclaje o revalorización, ya que un porcentaje significativo, es derivado a rellenos sanitarios, vertederos de residuos industriales no peligrosos y/o botaderos de escombros, como destino final.
En estos casos se utiliza la denominada “demolición destructiva”, que no clasifica, ni selecciona los elementos y materiales, y por ende no reduce la cantidad de “residuos”.
Con el fin de minimizar el impacto de dichos “residuos” y favorecer reutilización y su valorización, a partir del año 2021, todas las obras de construcción de la Dirección de Vialidad, han incluido la partida denominada “Plan de Gestión de Residuos de Construcción y/o Demolición (RCD)”, que se relaciona con la Norma Chilena NCH3562 y con la Ley 20.920, permitiendo dar cumplimiento al requisito señalado en su Art. 5 que establece que el generador de residuos debe “entregarlos a un gestor autorizado para su tratamiento, de acuerdo con la normativa vigente…”
Independientemente de lo indicado, con el fin de incentivar la recuperación de materiales de construcción, en las secciones respectivas del MCV5, sería recomendable incluir como objetivo, la minimización de los residuos, utilizando para ello una jerarquía de actividades.
Cabe destacar que la recuperación de los materiales y elementos, tiene aparejado una responsabilidad de gestión, lo cual no siempre es fácil de ejecutar.
En efecto, muchas veces los “materiales recuperados” (extraídos), deben acopiarse en patios de salvataje fiscales (talleres, maestranzas, bodegas), dónde se acumulan por largo tiempo, esperando ser dados de baja para definir una solución final.
Conforme a lo indicado, para una adecuada gestión, deben modificarse los aspectos administrativos y actualizar la normativa o requisitos, para lograr su manejo integral.
Respecto de las obras de conservación, en el MCV7 se presentan variadas operaciones relacionadas con reemplazo y reposición elementos, piezas y estructuras, así como también con el complemento de piezas y partes, reciclaje de capas granulares, etc.
Conforme a lo indicado, si bien el Manual de Carreteras no menciona el concepto de deconstrucción, parte de dicho proceso se ejecuta usualmente en los contratos de la Dirección de Vialidad, mediante las especificaciones técnicas de obra y operaciones de conservación.
El auge de concepto de Economía Circular y la dictación de una serie de Normas que apuntan a promover su implementación implican una serie de modificaciones, tanto en la ejecución de las obras, como en su diseño. En efecto, al caracterizar y cuantificar los residuos asociados al “fin de vida útil”, pueden visualizarse las mejoras que pueden implementarse en la fase de diseño, con el fin de reducir dichos residuos (ecodiseño).
En el documento “Design for Deconstruction” financiado por le EPA, se establecen una serie de lineamientos y estrategias para la etapa de diseño, que favorecen la recuperación de los materiales de construcción al momento de efectuar la deconstrucción. Si bien este documento se refiere a edificaciones, sirve de manera conceptual como un punto de partida general.
Por otro lado, para el caso de las obras viales, también deben realizarse actualizaciones y adaptaciones a los procesos administrativos del Estado, con el fin de facilitar la recuperación y reutilización.
Tal como se mencionó, en la actualidad los materiales recuperados del proceso de deconstrucción de las obras viales, deben ser gestionadas directamente por la Dirección de Vialidad, debido a la propiedad de los bienes o activos constructivos.
En efecto, la gestión del Contratista de obras o de mantenimiento, sólo puede centrarse en las labores contratadas, que se relacionan con las partidas y operaciones que se encuentran específicamente en las BALI y las que son propias del proceso constructivo.
Conclusiones
• Para la etapa final del ciclo de vida de un proyecto vial o de los materiales que lo constituyen, se pueden utilizar las partidas actuales con que cuenta el MCV5 y las operaciones detalladas en el MCV7, poniendo énfasis en la minimización de los residuos.
• La cuantificación y caracterización de los materiales que deberán ser reemplazados, permite visualizar la posibilidad de cambios en los diseños, que favorezcan cambios de materiales y reduzcan en la generación de residuos.
• La planificación adecuada y la incorporación del ecodiseño, permitirá avanzar en la reutilización y reciclaje y en el uso de productos más amigables, que se puedan transformar en nutrientes para el medio ambiente.
• La gestión de los residuos propios de la ejecución de obras, deben ser gestionados por el contratista, mientras que los elementos removidos desde obras existentes (activo construido), deben ser gestionados por la Dirección de Vialidad, para lo cual se hace necesario actualizar los procedimientos administrativos.
• Eventualmente podrían generarse modificaciones administrativas que permitieran la gestión de los activos constructivos de la Dirección de Vialidad, mediante partidas específicas que pudieran llevar a cabo los contratistas.
• La incorporación de nuevas partidas y lineamientos, permitirán desarrollar obras más sustentables y generar mercados asociados a la gestión de residuos, lo que permitirá reducir los costos de la implementación inicial.
• La Dirección de Vialidad debe avanzar en la generación de nuevos requisitos y especificaciones complementarias y en la promoción de cambios administrativos, que incluso pueden implicar cambios normativos.